Cuatro
miradas a la Santa Cena
Debemos observar
la Santa Cena en el propósito por el cual fue instituida.
La Cena del
Señor trae bendición y no castigo. ¿Cuál es la actitud correcta que el creyente
debe tener hacia la Santa Cena?
1 Corintios 11:23-34
Porque yo recibí del Señor lo que también os
he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan;
1Co 11:24
y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi
cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
1Co 11:25
Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta
copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la
bebiereis, en memoria de mí.
1Co 11:26
Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta
copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
Tomando la
Cena indignamente
1Co 11:27
De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del
Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.
1Co 11:28
Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de
la copa.
1Co 11:29
Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del
Señor, juicio come y bebe para sí.
1Co 11:30
Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos
duermen.
1Co 11:31
Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;
1Co 11:32
mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos
condenados con el mundo.
1Co 11:33
Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros.
1Co 11:34
Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para
juicio. Las demás cosas las pondré en orden cuando yo fuere.
Mateo
26:26-30
Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y
bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi
cuerpo.
Mat 26:27
Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de
ella todos;
Mat 26:28
porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada
para remisión de los pecados.
Mat 26:29
Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta
aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
El valor de la
experiencia depende de la condición de los corazones de quienes
participan; y este era el problema en Corinto.
· Es algo serio
venir a la Comunión con un corazón no preparado.
· También es una
cosa seria recibir la Cena de manera descuidada.
· Debido a que
los corintios habían estado pecando en su observación de la Cena del Señor,
Dios los había disciplinado. "Por esta causa muchos son débiles y
enfermizos entre ustedes, y muchos duermen [han muerto]" ( 1 Cor 11:30 ).
La Cena del
Señor nos da la oportunidad de crecimiento espiritual y bendiciones si nos
acercamos a ella en la actitud correcta.
¿Qué debemos
hacer si la Santa Cena es para bendición y no para castigo?
1. En
primer lugar debemos ver hacia atrás. Debemos recordar que ÉL MURIO.
a.
A muchos no nos gusta recordar la muerte de nuestros seres queridos. Siempre
pensamos en ellos, y nos acordamos de momentos gratos que pasamos.
b. Pero Jesús
quiere que recordemos su muerte. ¿por qué?
·
Porque
todo lo que tenemos como cristianos se centra en la muerte de Cristo.
1 Corintios 15.3-4 Porque
primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por
nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
1Co 15:4
y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las
Escrituras
·
No es
la narración de su vida o sus enseñanzas que salvarán al pecador, sino La misma
muerte de Cristo.
·
Por eso
debemos recordar el porqué de su muerte: ÉL murió por nuestros pecados, ÉL fue
nuestro substituto.
Isaías 53:6 Todos
nosotros nos descarriamos como ovejas,(E) cada cual se apartó por su
camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
1 Pedro 2:24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su
cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados,
vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados
·
ÉL pagó
la deuda que nosotros no podíamos pagar.
c. Jesús
quiere que recordemos cómo ÉL murió.
·
Voluntariamente,
mansamente, mostrando siempre su amor por nosotros.
Romanos 5:8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros,
en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
·
ÉL
entregó su cuerpo en manos de hombres malvados.
·
ÉL
llevó sobre sí los pecados de todo el mundo.
d.
Lo más importante es que este “recordar” no es simplemente traer a la mente
hechos históricos. Sino que debemos participar de verdades espirituales. Cuando
estamos a la mesa con Cristo, no debemos ser admiradores pasivos, sino
participantes activos en una relación con un Salvador vivo, a quien hemos alcanzado
con nuestro corazón solamente por la fe en ÉL mismo.
2. En
segundo lugar, tenemos que mirar hacia adelante (v.
26 b). Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta
copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
a.
Observamos la Cena "hasta que Él venga." El regreso de Jesucristo es
la bendita esperanza de la iglesia cristiana y el individuo.
b.
Jesús no sólo murió por nosotros, sino que también resucitó y ascendió al
cielo, y un día volverá a llevarnos al cielo.
c.
Hoy en día, no somos todo lo que deberíamos ser, pero cuando le vemos a Él,
"vamos a ser como él" (1 Juan
3:2). Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo
que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes
a él, porque le veremos tal como él es.
3. En
tercer lugar debemos ver por dentro de nosotros.
1corintios 11:27-28 De manera que cualquiera que comiere este
pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la
sangre del Señor.
Por tanto,
pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.
1corintios 11: 31-32) Si,
pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;
1Co 11:32 mas siendo juzgados, somos
castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.
a.
El apóstol Pablo no dice que debemos ser dignos de participar de la Santa Cena.
Sino que dice que debemos participar de una manera digna.
b.
Una vez un pastor notó que una señora de la congregación no aceptó el pan que
le ofrecía el diacono para participar de la Santa Cena. En lugar de eso, ella
soltó en llanto. El pastor, dejó el púlpito y fue hasta donde ella y le dijo,
“acéptalo mi amada hermana, es para pecadores”… De hecho lo es. Es para
pecadores salvados por la Misericordia de Cristo. Pero los pecadores salvados
por la gracia de Dios no deben tratar a la Santa Cena de una manera pecaminosa.
c.
Si hemos de participar de una manera digna, debemos examinar nuestro corazón;
juzgarlos y confesarlos al Señor.
d.
Llegar a la mesa de la Santa Cena sin confesar nuestros pecados, es hacernos
culpables de la muerte de Cristo, de su cuerpo y de su sangre.
e.
Fue por nuestros pecados que Cristo fue clavado en una cruz, y acercarnos a él
sucios, mal olientes a pecado, es participar de los que lo crucificaron y echar
sobre ÉL más peso y culpa por el pecado.
f.
En cambio, si confesamos nuestros pecados y nos arrepentimos, apartándonos de
los pecados, participamos de Cristo y de la salvación. Confesando y juzgando
nuestros pecados con la sangre de Cristo, para que en el fin del tiempo no se
Cristo mismo quien juzgue nuestra vida por nuestros pecados, sino por SU sangre
hallada en nuestro corazón.
4. Finalmente
debemos mirar alrededor.
1corintios 11:33-34)
a.
Debemos mirar alrededor no para criticar a otros creyentes sino para discernir
el cuerpo de Cristo. (v.29). Porque el que come y bebe indignamente, sin
discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí
b.
Quizás este discernir tiene dos significados. El cuerpo representado en el pan,
o también el cuerpo representado en la iglesia.
c.
La Santa Cena debe ser una demostración de la unidad de la iglesia
1corintios 10:17. Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser
muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan.
De hecho la
celebración de la Santa Cena en la iglesia de Corinto, era una demostración de
la desunión de la iglesia.
d.
Es el propósito de Dios que todos seamos una sola familia. Y en la familia de
Dios, debemos amarnos el uno al otro. Es imposible amar a Dios y no amar a
quien Jesucristo dio su sangre por él. 1 Juan 4:11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también
nosotros amarnos unos a otros.
e.
El tiempo de la Santa Cena, si bien es cierto para confesar nuestros pecados y
ponernos a cuentas con Dios y con los hermanos; no debe ser un tiempo de “autopsia
espiritual”. Más bien debe ser un tiempo de “dar gracias” – Jesucristo lo hizo
así “habiendo dado gracias”…. aun cuando él sabía que en poco tiempo más
iba a sufrir el castigo por el pecado de todos nosotros.
1Co 10:15 Como a
sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo.
1Co 10:16 La copa
de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan
que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?(K)
1Co 10:17 Siendo
uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos
participamos de aquel mismo pan.
1Co 10:18 Mirad a
Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del
altar?(L)
1Co 10:19 ¿Qué
digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los
ídolos?
1Co 10:20 Antes
digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a
Dios;(M) y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los
demonios.
1Co 10:21 No
podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar
de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.
1Co 10:22 ¿O
provocaremos a celos al Señor?(N) ¿Somos más fuertes que él?
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